lunes, 21 de julio de 2014

Luminarias alumbrado público


El alumbrado público es el servicio consistente en la iluminación de  vías, parques y espacios públicos de libre circulación, con el objeto de proporcionar la visibilidad adecuada para el normal desarrollo de las actividades.
 El elemento de  iluminación pública por excelencia es la luminaria que, además de la propia lámpara, comprende el conjunto de dispositivos necesarios para el soporte, fijación y protección de la misma (carcasa, reflectores. difusores y filtros).
 Desde las primeras antorchas  hasta la  última  tecnología LED, pasando por las lámparas  de aceite y los faroles de gas, la evolución ha sido asombrosa.
  Hagamos un poco de luz.
Alumbrado público
  Aunque antes del siglo XVI ya era normal que la gente saliera de noche a la calle con algún tipo de iluminación para poder ver dónde pisaban y quién les estaba robando, no fue hasta mediados de ese siglo cuando se colocaron faroles de aceite en las esquinas de las casas.
  Las primeras farolas públicas de gas datan de principios del XIX y requerían de un farolero que, entre partida y partida de póker, se dedicase a encenderlas y apagarlas.
 Entre finales del XIX y principios del XX, con la invención y perfeccionamiento de la lámpara incandescente, se hizo cada vez más corriente la sustitución de los sistemas de alumbrado público de gas por  los de origen eléctrico.
  La producción de luz  mediante la acción de una descarga eléctrica en un tubo relleno de gas dejó de ser un mero experimento y reportó  sus primeros resultados prácticos con las lámparas de neón, que por su baja eficiencia y colorido particular quedaron relegadas para el diseño de anuncios.
  Con el desarrollo de la lámpara de alta presión de sodio a mediados del siglo XX, el color de su luz iluminó de amarillo anaranjado  vías y obras públicas de todo el mundo.
  Junto con  ella, la lámpara de halogenuros metálicos, goza de gran difusión porque produce una luz blanca muy confortable a la visión humana.

Alumbrado público y notorio
  Desde hace unos cuarenta años, coincidiendo más o menos (¡qué casualidad!) con la fundación de la empresa Forjas Estilo Español y resuelta la vertiente práctica del problema, comenzó  a cuidarse cada vez más el aspecto estético de la iluminación. Incluso la más modesta línea de  luces  de la calle más humilde está dotada de un diseño original que embellece y personaliza el entorno:
Columnas, luminarias,  báculos, faroles, reflectores, de carácter clásico o moderno,  resaltan de tal manera en el paisaje urbano que, sin temor a equivocarnos, podíamos hablar de alumbrado público y notorio.
Alumbrado público, notorio y eficiente
  En la última década, en coincidencia con la política de Forjas Estilo Español, muchos municipios están cambiando su alumbrado tradicional por tecnología LED.
  Este sistema es una técnica de iluminación que, basada en el fenómeno de la electroluminiscencia, ofrece múltiples ventajas respecto a otras fuentes de luz:
·      Eficiencia y ahorro energético.
·      Respeto al medioambiente.
·      De duración muy prolongada.
·      Práctica eliminación de mantenimiento y sustitución.

  Cuarenta años después, también en alumbrado público para Ayuntamientos, desde Forjas Estilo Español seguimos a la vanguardia en tecnología y diseño. Consulta nuestros productos.

"Más información info@forjasestilo.es"

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