lunes, 2 de febrero de 2015

De los faroles clásicos a las luminarias modernas: el alumbrado público a principios del s. XX



 Con la llegada del siglo XX, los sistemas de alumbrado público se generalizaron en la mayor parte de los países (mal) llamados civilizados. Los faroles clásicos de gas daban paso a las luminarias modernas y eléctricas para iluminar un siglo convulso en el que, más que nunca, las luces y las sombras del comportamiento humano alternaron entre desesperadas guerras sangrientas y hallazgos científicos esperanzadores.
  Ver para creer.

Cuando la electricidad se hizo corriente


  En un esfuerzo sostenido por obtener lámparas cada vez más eficientes, la primera lámpara con filamento de tungsteno apareció en 1907 y, por sus excelentes prestaciones, rápidamente desplazó a otro tipo de filamentos metálicos.
  La introducción de "gases inertes" dentro del cristal de la lámpara en 1913 mejoró
 los costes de producción, su mantenimiento y flexibilidad de tal manera que desbancó al resto de lámparas incandescentes en el alumbrado público.
  El neón, por sus brillantes colores y baja eficiencia, fue relegado al ámbito de la publicidad luminosa.
  Con el desarrollo de las lámparas de alta presión de sodio en 1931, se extendió rápidamente su aplicación en las calles, túneles, puentes y carreteras de todo el mundo.

España, a la sombra de Europa


  Tras la creación de las primeras empresas productoras y comercializadoras de electricidad, el alumbrado público de origen eléctrico coexistió con el de gas hasta acabar imponiéndose como en el resto de Europa y del mundo pero a un ritmo menos espectacular.
  Se tendieron redes aéreas y se instalaron arcos voltáicos y ampollas de cristal, en forma de pera, protegidas con pantallas metálicas.
  El leve pero progresivo aumento de la demanda y del abastecimiento público de alumbrado prosiguió inalterable hasta el comienzo de la Guerra Civil cuyo desarrollo y conclusión marcaron un antes y un después en el desarrollo eléctrico del país.

De los faroles clásicos de gas a las luminarias modernas eléctricas


  Aunque el diseño de las fuentes de luz ha evolucionado tanto como los elementos que los contenían, hablar de faroles clásico o de luminarias en la actualidad no significa diferenciar entre gas o electricidad como origen de iluminación que, evidentemente, es siempre eléctrico.
  Lo que en Forjas Estilo Español nunca olvidamos es compartir la belleza junto a la eficiencia en nuestros fabricados.
  Por esta razón, hemos desarrollado dos líneas diferenciadas de productos dentro de nuestra oferta de alumbrado público para Ayuntamientos: los faroles clásicos y las luminarias modernas, sin olvidar lo último de lo último en alumbrado LED. Con ellas, conseguimos una iluminación eficaz para cualquier entorno conservando el diseño adecuado con el estilo propio.
  
  

  

"Más información info@forjasestilo.es"

No hay comentarios:

Publicar un comentario